Cryptolocker, el troyano contra el que pelean en estos momentos las empresas de seguridad informática,

encripta toda la información del ordenador afectado.

Se trata de un troyano que llega al usuario por correo electrónico y contra el que, una vez descargado por

error, inercia o ignorancia, ya nada se puede hacer, aunque las diferentes compañías trabajan para

encontrar la fórmula de recuperar lo datos. Todos los archivos del ordenador, incluso de la red informática

si es que está conectado a otros, quedan encriptados e inservibles. Sólo se pueden recuperar si se paga un

rescate a los ciberdelincuentes, en ‘bitcoins’ -una moneda virtual-, aunque además de ser ilegal hay pocas

garantías de conseguirlo.

La estafa se presenta en un simple correo electrónico con un enlace que resulta ser el cebo que

desencadena un sinfín de desastrosas consecuencias. La primera y más nefasta es la encriptación de la

información que contiene el ordenador y que puede extenderse a otros equipos conectados a la misma red.

La segunda, la exigencia de los estafadores del pago de una cantidad de dinero para devolver la

información perdida, con escasas garantías de conseguirlo. Y la tercera, tener que formatear el ordenador

para poder volver a utilizarlo, eso sí, con el disco duro rebosante de espacio disponible porque no ha

quedado nada de lo que había guardado.

Lo primero es “desconfiar si no se espera ningún paquete de correos o si el correo proviene de una persona

desconocida” ,no es un virus como tal, por lo que los antivirus no lo detectan.

Una segunda modalidad es recibir un correo con un enlace para hacer el seguimiento de un envío, muy

normal en compañías de transportes y también en Correos. Sin embargo, al pinchar en el enlace que envían

no hay ningún seguimiento y “se ejecuta un programa que te encripta los ficheros”.

En el caso de que se haya ‘clickado’ y se haya caído en la estafa, lo primero que aconsejan es “desenchufar

el equipo de la red corporativa” para que el troyano no actúe en otros equipos conectados y, más tarde,

denunciarlo.

La solución para restablecer los ficheros dañados pasa por “recuperar la información de las copias de

seguridad”. Si no disponen de ellas, “los archivos encriptados se habrán perdido” para siempre, porque

pagar al extorsionador, además de ser delito, “no garantiza que se restablezcan los archivos”.